Pero hay una solución. Hablamos de un turco que los especialistas italianos llevan años sugiriendo: hablamos de ofrecer un pequeño recorrido de unos 15 minutos tras cenar. De esta manera lograrás múltiples cosas. Primeramente te moverás y evitarás que las calorías que terminas de consumir sean absorbidas como grasa por el cuerpo.

diez fundamentos por los que engordas

  1. No haces las 5 comidas te saltas la media mañana y la media tarde. El cuerpo precisa alimentarse cada 3-5 horas. En el momento en que comes 5 ocasiones cada día tu cuerpo se siente saciado y va a hacer que no llegues a la comida o a la cena con un apetito insaciable. Está comprobado que el ayuno engorda lo mismo que un plato de pasta, puesto que de la próxima comida el organismo va a aprovechar las calorías con mucho más eficacia.
  2. Te sobra agobio y/o ansiedad: son 2 contrincantes de la dieta, causan «apetito sensible» y hacen que consumas comida basura o muy hipercalórica para aliviar tu desasosiego. Por otro lado, activan la insulina, o sea, benefician que tu organismo acumule mucho más grasa y que tus depósitos no se quemen (inhiben la lipólisis). Este es uno de los motivos por los cuales engordas sin ofrecerte cuenta. Lo destacado es estudiar a relajarse o efectuar ejercicio para dejar en libertad endorfinas.
  3. Te atiborras a artículos ‘light’ con edulcorantes. Estos artículos aportan menos calorías, pero la reacción del organismo es exactamente la misma, activan la hormona insulina que estimula el almacenaje de los alimentos con apariencia de grasa. Además de esto light no significa libres de calorías, o que no engorden, sencillamente que tienen menos calorías que las normales.
  4. No te mueves: aparte de la dieta, tienes que proseguir un modo de vida activo, no significa que te apuntes a un gimnasio si no tienes tiempo o no disfrutas. Pasea, pasea, monta en bicicleta, sube las escaleras caminando y haz 5-diez minutos de tonificación muscular cada día, de esta forma contrarrestarás uno de los motivos por los cuales engordas.
  5. Duermes poco: en el momento en que duermes mal o trasnochas tu metabolismo y tus hábitos alimenticios se ven perturbados. Se cree la conversión de calorías en grasa y el apetito.
  6. Te saltas el desayuno: en el momento en que te levantas tienes que reactivar tu metabolismo y nada superior que un desayuno equilibrado (y salobre) para comenzar el día. Debe contener proteína, grasa conveniente y también hidratos de carbono y no dejes pasar mucho más de una hora desde el instante en que te levantas hasta el momento en que te desayunas.
  7. Comes distraído: en Dieta Congruente aconsejamos que el instante de la comida ha de ser particular, debes ofrecerte cuenta de lo que comes, gozarlo, saborearlo y ser siendo consciente de cada mordisco. Si comes con el móvil inteligente, leyendo, observando la tele, etcétera… va a hacer que tu cabeza se disperse y no seas verdaderamente siendo consciente de lo que has comido. Según una investigación del Períodico Americano de Nutrición Clínica, la gente que comen distraídas acostumbran a consumir hasta un 50% mucho más de calorías.
  8. Apetito sensible: seguramente en algún momento te has dejado llevar por el apetito sensible que llega de súbito y que provoca que te comas todo cuanto cae en tus manos. Después te sientes tan culpable que decides no cenar con lo que se aúnan los efectos de la comida hipercalórica y del ayuno prolongado, una doble falta. Por si acaso esto fuera poco, la responsabilidad te crea agobio que asimismo impulsa la insulina y el almacenaje de grasa, metiéndote en un círculo vicioso.
  9. No tomes bastante agua: tu organismo amontona toxinas que han de ser expulsadas por la orina, heces, piel o mediante la respiración. Tomar agua o infusiones es un hábito que hay que entrenar. Raramente, cuanto mucho más tomas, mucho más sed tienes, en tanto que el organismo se habitúa de forma fácil a los buenos hábitos y le agrada estar hidratado.
  10. Comes a la noche: es un hábito común, inmediatamente antes de irse a la cama tomar algo dulce o ardiente, como chocolate, galletas, leche… Es preferible que tomes algo salobre como fiambre magro con una fruta o con un pedazo de pan, de menor carga glucémica.

Si tienes cualquier duda de de qué forma ha de ser tu dieta en línea para adelgazar y qué hábitos tienes que cambiar, puedes dejar un comentario y nuestro Nutricionista En línea te va a ayudar. Recuerda comer variado, explota los modelos de temporada, ya que están llenos de nutrientes y a un mejor precio maravilloso. De esta forma tu dieta va a ser sana y balanceada.

6 ideas cenas que no engordan

Para acabar, deseamos ofrecerte ciertas buenas ideas de cenas que no engordan y llenan que vas a poder integrar en tu dieta. Te propondremos asimismo opciones vegetarianas a fin de que consigas achicar el consumo de carne en tu día a día.

  • Cena 1: Crema de calabacín + Pimientos asados y pollo a la plancha (Opción veggie: pimientos rellenos de alcachofas, espinacas y queso)
  • Cena 2: Caldo de pollo + Ensalada verde y Lenguado (Opción vegetariana: aguacates con huevo al horno)
  • Cena 3: Crema de espárragos + Tortilla a la francesa y champiñones salteados con ajo y perejil
  • Cena 4: Caldo de verduras + Salmón al horno con alcachofas (Opción veggie: Verduras al horno como tomates, alcachofas, pimientos, espárragos, etcétera.)
  • Cena 5: Crema de setas + Ensalada de tomates y pollo al horno (Opción vegetariana: Pizza con masa de coliflor y verduras)
  • Cena 6: Caldo de pollo + Escalivada con atún y huevo (Opción veggie: Escalivada solo con huevo)

No cenar nada

Nuestro cuerpo precisa todas y cada una de las comidas del día a día recomendadas, tal es así que consiga las energías primordiales no solo para las trabajos del día sino más bien para las funcionalidades vitales del organismo. Estas prosiguen andando asimismo a la noche. Por este motivo, remover la cena no es una gran idea, en tanto que el metabolismo va a ver perturbadas sus prácticas y vamos a poder hallar el efecto opuesto del que procuramos.

Sí es verdad, que las cenas han de ser ligeras, en especial si cenamos muy tarde y si llevamos una vida sedentaria.

Cena a gusto para tranquilizarte

Qué puedo cenar para no engordar (Fotografía: Getty Images)

Además de esto, la cena es el instante conveniente para comer sano y con tranquilidad tras un día agitado. Explota para consentirte y jura dejar 2 horas de diferencia entre la cena y el instante de reposar.

Huevos, lácteos y pescado, escenciales para picar durante la noche y no engordar

  • Huevos cocidos o en tortilla. Los huevos son ricos en proteínas, poseen los aminoácidos fundamentales y asisten a saciar el apetito. Y si los acompañas de una ensalada son la combinación idónea para una comida saludable y mucho más en verano.
  • Queso con nueces. Algo de queso (sin pasarse) tiene dentro triptófano, proteína y caseína, que asisten a apresurar el metabolismo. Y las nueces, aparte de ser consideradas un superalimento por las ventajas que aportan, contienen grandes cantidades de melatonina que contribuye a abrasar calorías y eludir que aumente de peso.
  • Iogur con fruta, con cereales integrales o frutos secos. El iogur natural es buena fuente de nutrientes que son precisos para el organismo como el calcio y la proteína. Además de esto, es bajo en grasa y en azúcar con lo que contribuye escasas calorías. Y la fruta, un puñado de cereales integrales (como la cebada) o de frutos secos te aportarán varios nutrientes precisos.
  • Pescado blanco o azul hervido o a la plancha. Son 2 buenas opciones para gozar de una comida saludable y nutritiva.
  • Pollo o pavo a la plancha. Son una increíble fuente de proteínas y además de esto muy bajos en grasas.

Y recuerda, saltarse alguna comida como la cena te va a hacer llegar con mucho más apetito al desayuno y comer mayores proporciones. No hay una fórmula mágica y rápida para adelgazar. Una alimentación sana y moderada y el ejercicio son la base para bajar de peso.

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