El orden más común es un vaso de agua (delante del plato), ya su derecha…
Organiza una cena de Navidad en 6 pasos Define el menú Lo que ofrecerás a tus invitados en la cena es muy importante. Ten en cuenta a los invitados. Hacer una lista de compras. ¡Vamos a cocinar la cena! Revisa la montura. Decora la mesa.
La oficina
Si tenemos planeada la decoración y el menú, también nos tenemos que preocupar de la oficina. La música suave y relajada durante la cena invitará a una conversación amena y fluida.
Evita levantarte demasiado rápido para recoger la mesa, deja que tus invitados terminen. También puedes dejar sobre la mesa bandejas con turrones, campanillas y otros dulces típicos.
Planifica al detalle la cena de Navidad
En cuanto estés seguro de que te toca organizar la cena de Navidad, empieza a escribir todo lo que vas a hacer.
El tiempo es oro para esta celebración, porque el 24 de diciembre querrás que el día tenga unas horas extra.
Preguntar sobre alergias e intolerancias
Antes de preparar el menú, preguntar a los comensales si son alérgicos a algún alimento, o si son intolerantes, o si hay vegetarianos…
Así que tómate en cuenta a la hora de elegir los platos que servirás el día de la cena, para que todos estén contentos y tú no tengas miedo.
Prepara varios entrantes antes del plato principal
Es importante. Elige entrantes que puedas preparar con tiempo: canapés, empanadas individuales, embutidos ibéricos, tabla de quesos, etc.
Esto te ahorrará tiempo y te relajará mientras tus invitados llegan, comen, saludan y charlan.
Razones para ir a una cena de empresa de Navidad
Una de las principales razones para decir sí a una cena o comida de empresa de Navidad es socializar. Y es que, muchas veces, la vorágine del trabajo te impide conocer mejor al resto de tus compañeros que trabajan contigo, por lo que este tipo de eventos son ideales para aprender más y conocer gente interesante que no podrías conocer otros. . Además, es una forma de poder también entablar una conversación con tus jefes de una forma más relajada y sin la presión del entorno laboral.
Por otro lado, es una buena manera de limar asperezas que hayan podido surgir con un compañero y un buen momento para aclarar malentendidos, ya que, con ánimo navideño, es posible que alguien no te gusta, resulta que al final son agradables, e incluso pueden terminar siendo amigos.