Al calentar una parte de madera, sin contacto con el aire, se produce una descomposición térmica del material, que avanza desde las superficies expuestas al calor hacia el interior de la parte.

La leña y el fuego siempre y en todo momento estuvieron vinculados siendo 2 elementos que la naturaleza proporciona desde el comienzo de los tiempos. Esto ha causado la creencia de que la madera en la construcción es el peor material en su reacción al fuego, no obstante esta creencia es equivocada.

La leña es un comburente que se comporta bien en oposición al fuego merced a su forma de arder. La carbonización de la madera es la estrategia primordial, hace difícil la transmisión de temperatura al interior de la parte, sirviendo como retardante. La madera está compuesta primordialmente por celulosa y lignina, estos compuestos están formados por carbono, hidrógeno y oxígeno que la transforman en un material comburente. Pese a su combustibilidad, la madera en comparación con otros materiales como el PVC tarda en empezar a arder, la madera precisa lograr los 400ºC para empezar a arder.

Frío y calor: contrincantes de los muebles

Tanto el calor como el frío tienen otra serie de efectos que no son ventajosos para los muebles de madera y los de hierro o metal. Los fabricados en acero inoxidable, en cambio, aguantan estoicamente las temperaturas mucho más extremas.

Un ejemplo evidente de daño a la madera es la luz del sol directa y también intensa, puesto que destroza la lignina, una substancia natural que se encuentra en la pared celular de la madera, dándole dureza y resistencia, y sin la que, el tono de los muebles parecería mucho más claro, degradado, hasta perder su brillo natural, consiguiendo un tono apagado y grisáceo.

Las puertas de madera proponen muchas características útiles para batallar el calor

Otras características de la madera la transforman en un material idóneo para nuestras puertas en las temporadas de sobra calor. Por servirnos de un ejemplo, entre los mucho más prácticos es que no acostumbran a calentarse rapidísimo, o sea, sus escenarios de difusión térmica son muy bajos, con lo que no sufrirás con su tacto en el momento en que lleven bastante tiempo expuestos al calor. , como es la situacion, por poner un ejemplo. con el metal

Y sucede que lo destacado de las puertas de madera contra el calor es su función como material aislante. Son idóneas para sostener la vivienda ardiente en invierno o para eludir que el calor del exterior entre en nuestras viviendas. Este efecto aislante hay que a su baja conductividad térmica, o sea, el calor no viaja mediante este material.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *