Contestación. Contestación: Se añaden valores a las peculiaridades físicas o sicológicas, tangibles del objeto; o sea, son atribuidas al objeto por un sujeto o un conjunto popular, cambiando desde aquello de lo que se atribuyen su accionar y reacciones hacia el objeto en cuestión.

Varios puntos de la economía son muy opacos y bien difíciles de comprender. Merced a el interrogante de Jhonny Perafan a través del formulario de explicación de la EOM, intentamos de aclarar de qué forma se acepta la creación de moneda.

Inicialmente no existía el inconveniente de asegurar el dinero, en tanto que valía lo que su composición: monedas fabricadas de metales hermosos como el oro o la plata cuyo valor de cambio era igual a su valor intrínseco. No obstante, las restricciones de este sistema forzaron a la introducción del patrón oro a objetivos del siglo XIX, un sistema por el que la moneda en circulación no tenía valor por sí sola, sino se encontraba asegurada por una cantidad semejante de oro. No obstante, en el momento en que este sistema colapsaba —por el hecho de que un Estado, necesitado de liquidez, emitía mucho más moneda, bajando su valor—, podían acontecer crisis como la hiperinflación alemana de la década de 1920. Esto motivó que, con la intención de la Segunda Guerra Mundial, se buscara un nuevo servicio que garantizase la seguridad económica mundial y ayudara a impedir novedosas guerras.

El valor como cualidad ética

En otro sentido, los valores son especificaciones morales inherentes a la persona, como la humildad, la compromiso, la clemencia y la solidaridad. En la vieja Grecia se trataba el término de valor como algo general y sin divisiones, pero desde la especialización de los estudios han surgido diferentes géneros de valores y se han relacionado con diferentes disciplinas y ciencias.

Los valores son asimismo un grupo de ejemplos que la sociedad ofrece en las relaciones sociales. De ahí que diríase que alguien “tiene valores” en el momento en que establece relaciones de respeto con el resto. Podría decirse que los valores son opiniones de rango superior, compartidas por una cultura y surgidas del consenso popular.

¿Qué son los valores subjetivos?

Los valores subjetivos son esos que dependen de las consideraciones de cada individuo, de su contexto cultural y personal, de su forma de meditar y de sus intereses. Estos valores se establecen entre los humanos y las cosas desde la atención y también interés que los primeros comprometen para ellos.

Según la corriente del subjetivismo, el valor no radica en las cosas sino más bien en nuestra visión de ellas. El valor se asigna en el instante de observarlas y apreciarlas, o sea, en el momento en que se valoran las cosas.

Sácalos de tu vista.

En el momento en que te encaras a este género de resoluciones, probablemente te conmuevas bastante. En este estado anímico es realmente difícil tomar las resoluciones adecuadas. Quizás aun cambies de opinión a cada instante. Esto puede ocasionarle aún mucho más agobio del que siente, con lo que lo destacado que puede llevar a cabo es distanciarse de los elementos durante un momento. Póngalos en una caja a fin de que logre observarlos después en el momento en que se haya calmado un tanto. Asegúrese de redactar en una sección aparente de la caja lo que tiene dentro y una fecha límite. Escoja una proporción de tiempo razonable, lo bastante para darse tiempo para meditar qué realizar con las cosas. Si pasa el tiempo, llega la fecha límite y no has decidido qué llevar a cabo, date permiso para liberarte de toda la caja, sin sentirte culpable.

En ocasiones nos aferramos a un elemento, no por el objeto en sí, sino más bien por los recuerdos que lúcida en nosotros. Una manera de almacenar esos recuerdos sin la necesidad de proseguir guardando el objeto es tomarle una fotografía. Asimismo puede redactar en un períodico o realizar una grabación sobre de qué manera se siente respecto al objeto y los recuerdos socios con él. Aun podrías hacer una hoja de scrapbook (física o digital) para almacenar las fotografías, y decorarla con todo lo relacionado con el objeto. Así honrarás los productos (y no los vas a olvidar) sin la necesidad de proseguir guardándolos para toda la vida.

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