Estos ocho consejos asistirán a hacer más simple la transición al anterior a la escuela.…
Dile «Voy a estar allí en el momento en que salgas de clase», en vez de persuadirlo con patrañas. Decir cosas como «Voy a estar en clase en el momento en que llegues allí» o distraerlo a fin de que logres alejarte sin que te vea solo lo va a hacer sentir que has traicionado su seguridad y lo lastimará. La escuela es un espacio negativo.
¿Cuál es la edad correcta para empezar a ayudar al jardín de infantes?
Primeramente, hay que comprender que esta situación que vive el niño es algo temporal y que no dejará huellas negativas, en tanto que el niño entra en un nuevo contexto que próximamente va a ser muy gratificante para él. él en todas y cada una de las áreas.
Los pequeños en la escuela ampliarán sus relaciones sociales estableciendo un vínculo afectivo con otros mayores y también empezando el desarrollo de socialización con su conjunto de iguales, lo que va a ser muy bueno a corto y largo período.
¿Piensas que tu hijo no se está amoldando a la guardería y te preocupa?
Bueno, no hay razón para preocuparse, es el llamado periodo de adaptación.
El intérvalo de tiempo de adaptación del niño a la guardería es el tiempo que avanza desde la entrada del niño en la escuela hasta su completa integración. Este desarrollo es de escencial relevancia y es requisito tener claro una aceptable intervención, tanto por la parte de los docentes como de las familias.
Ponlo seguro
De a poco el niño se va a ir habituando a la situación, y va a ver que en el momento en que lo dejas en el instituto, siempre y en todo momento vuelves a recogerlo después. Es un estudio para el niño, que a veces puede conducir aproximadamente tiempo según la situacion, por su personalidad y la seguridad que tiene en sí y en la relación con sus progenitores. De ahí que es primordial que lo hagas sentir seguro y protegido, y siempre y cuando logres, eleva su autovaloración con encomios. Todo lo mencionado va a ayudar en el desarrollo de transición.
Si bien aún sea pequeño, se aconseja dejarle, en los límites de sus opciones y según su edad, alguna autonomía (para lograr ver y supervisar sin inconveniente lo que hace). en la situacion). Así, aceptará tener su espacio, un espacio en el que no siempre debes estar tú. Esto no significa que el vínculo afectivo que tienes se esté haciendo más débil, sino andas prestando asistencia a tu hijo a madurar y a poder, de a poco, ver alén de ti. Ainsi, au lieu de ne voir votre silhouette que comme la seule dans sa vie, au moment de dire au revoir à l’école, il peut regarder agregado loin et s’arrêter pour comprendre qu’il sera là et jouera avec ses camarades de clase.
Impide las prisas y el agobio antes de salir de casa. No añada mucho más agobio al niño. Prepara todo lo preciso la noche previo. Cerciórate de que el pequeño se acueste temprano y se despierte a tiempo para desayunar apaciblemente. De esta manera, vas a poder salir tranquilamente a gozar de la entrada a la escuela.
Infórmate de la rutina día tras día. Entonces dígale a su hijo lo que va a suceder en el momento en que vaya a la escuela. Comprender lo que hará cada día va a ayudar al niño a sentirse mucho más seguro y cómodo. Si puede reunirse y conocer el salón de clases y la escuela antes que empiecen las clases, sería de mucha ayuda.
¿Qué puedo llevar a cabo si mi hijo no desea ir al instituto?
Seguramente has oído charlar del apego sensible de los pequeños a su madre, padre, hermanos o juguetes; y eso no significa que sea un aspecto negativo o una situación de inmadurez, es sencillamente un apego sensible. Un tema increíblemente esencial en la vida de la gente, al que a cualquier edad se le debe prestar atención.