La pintura es atacada por el sol y padece una pérdida de brillo y/o color. Los tonos que mucho más padecen la exposición al sol son el colorado, el amarillo, el negro y el blanco.

El Sol es blanco. La luz del sol se constituye de luz de distintas colores, que son exactamente los mismos colores del arco iris. Como cualquier cuerpo incandescente, el Sol emite luz en un fantasma continuo de colores. El color verde es el mucho más profundo y sustraído al azul del cielo se traduce en amarillo para el ojo humano. Un elemento blanco es un elemento que refleja por igual todos y cada uno de los colores que recibe. La nieve y las nubes son buenos ejemplos de esto, por el hecho de que si el Sol fuera amarillo, la nieve y las nubes serían amarillas.

A pesar de que los humanos perciben el Sol como amarillo en el momento en que lo ven de manera directa, de todos modos es blanco. El Sol está compuesto por una compilación de gases, como helio, hidrógeno y otros elementos. Hace tanto calor que emite luz blanca. Si miraras al sol en el espacio en vez de la atmósfera de la Tierra, parecería ser blanco en vez de dorado. En verdad, el aspecto de sus rayos se distorsiona a lo largo de su paso por la atmósfera terrestre.

Como sucede con otras estrellas, el color del Sol cambia durante millones de años. Eso es lo que entendemos.

«Hay pintores que convierten el Sol en una mácula amarilla», afirmaba Pablo Picasso en una entrevista en los años 50. Y es cierto: la convención humana nos ha enseñado que la estrella primordial de nuestro sistema del sol es una bola de oro, que corona la bóveda celeste con cada día que empieza. No obstante, a un nivel astronómico, esto no es verdadera.

A la inversa de lo que nos enseñan en la enseñanza básica, el color del Sol no es estático. Al revés, cambia durante tu vida. Y no es precisamente tal como lo observamos todos y cada uno de los días en el cielo. Aquí te enseñamos por qué razón.

Los tonos del Sol

El Sol, centro del sistema del sol, no es ni amarillo, ni naranja, ni colorado. Se constituye de todos estos colores juntos y considerablemente más. Si se ve por medio de un prisma, se puede observar que su luz se distribuye en colorado, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, todos los tonos de un arco iris. No obstante, tampoco sería preciso decir que el Sol es de distintas colores, pues en el momento en que se mezcla la luz de todos estos colores que emite el Sol, se consigue luz blanca. Es el color que verdaderamente emite el Sol.

La Tierra tiene una atmósfera con una alta concentración de oxígeno, lo que deja, entre otras muchas cosas, respirar. La luz del sol primero debe atravesar la atmósfera antes de llegar a la área del mundo, ahora medida que atraviesa la atmósfera, el tono de la luz que llega a la Tierra asimismo cambia. Esta es la razón por la cual, si bien la luz del Sol es blanca (gracias a la mezcla de todos y cada uno de los colores), llega a la Tierra con un tono amarillo.

Otros colores asimismo son sensibles al sol

No obstante, el colorado no es el único color que padece del sol: los amarillos, negros y blancos asimismo son «víctimas» de la radiación del sol. De este modo, asimismo es frecuente ver de qué forma los colores amarillos terminan tornándose beige, los blancos amarillos o los negros toman un tono mucho más blanquecino, acercándolos a los grises.

En otros colores, el desgaste causado por el sol no es tan visible, cuando menos en lo que a pigmentación tiene relación. No obstante, los rayos ultravioleta asimismo afectan la luz de la pintura, con lo que las exposiciones prolongadas van a hacer que la pintura de su automóvil se oscurezca gradualmente.

Sólo algunas de las pinturas padecen lo mismo en el momento en que se dan a conocer a la luz del sol

O sea algo que muchas personas no sabe, pero no todos y cada uno de los colores pierden su tono tan veloz y en verdad el colorado es el color que mucho más padece transcurrido el tiempo. Para comprender por qué razón lo resumiremos sin ofrecer bastantes datos complicados.

La luz se constituye de un fantasma de longitudes de onda, y los materiales absorben y reflejan estas longitudes de onda. Cada color tiene una longitud de onda concreta y puede absorber todos los otros colores salvo el suyo. Y ese es precisamente el inconveniente con el color colorado, pues las longitudes de onda socias con ese color son las de menor energía de la luz aparente y eso provoca que las longitudes de onda que absorbe sean mucho más energéticas, degradando considerablemente más el color.

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