El Espectro de la Navidad Futura es un personaje ficcional de Cuento de Navidad de Converses Dickens. Su llegada es la tercera visita anunciada por el difunto Marley. Según la historia, era un espectro cuyo rostro no se podía ver. En todo caso, si lo hubiese hecho, sería una calavera similar a la desaparición.

El espectro de la Navidad por venir le enseña a Scrooge lo que le depara su historia de hoy, su tumba en el cementerio de Astorgano.

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¿Qué ocurrió la Navidad pasada?

El Espíritu de las Navidades Pasadas le mostró a Scrooge su niñez, lo que pasó en el internado, que le guardaba rencor pues su madre murió al darlo a luz y por qué razón comenzó a volverse un solitario. Tras esto, el Espectro le deja a Scrooge mostrar joven, como en el momento en que tenía un trabajo de aprendiz en la compañía del Sr. Fezziwig.

El Espíritu de las Navidades Pasadas fue el primero de los tres espíritus (tras la visita de Jacob Marley) que se le apareció al avaro Ebenezer Scrooge, para hacerle mudar su forma de meditar y arrepentirse Es la segunda aparición que Scrooge ve esa noche.

Capítulo 2

Poco una vez que el espectro de Jacob Marley desaparece, hace aparición el primero de los espectros nombrados como el Espectro de la Navidad Recóndita, transporta a Scrooge a conocer capítulos navideños de en el momento en que era niño y joven, y ver la relación que tenía con su hermana Seguidor, y una celebración de Navidad que había ordenado su primer jefe, el Sr. Fezziwig, que vio en Scrooge como un hijo.

Asimismo puede ver a Hermosa, quien fue su novia de juventud, pero al notar las ambiciones de Scrooge lo deja, pues sabe que jamás la amará mucho más de lo que quiere el dinero. Entonces el espectro lo transporta a donde Hermosa está festejando con su familia, muy feliz por ella esa noche de Nochebuena.

Cuento de Navidad de Converses Dickens: Mr Scrooge y su acercamiento con su pareja

Es hora de salir de la oficina. Eran las 9:00 p. m. y el usado del Sr. Scrooge al final ha podido proceder a su casa. El viejo avaro caminó de manera lenta hacia los suyos. Debió reñir a un hombre que le solicitaba dinero para los pobres. Abrió la puerta y indolentemente se dejó caer en un sillón, donde se durmió. A las 11 p. m., su reloj de pared sonó y el Sr. Scrooge escuchó un sonido extraño que lo despertó.

– Sociooooo- ha dicho una voz enclenque susurrando- Soy yooooooo… Jacoooob

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