30 ideas para una Navidad sosegada en familia Canta canciones navideñas. … Haz unos adornos navideños para obsequiar. … Elaborar galletas. … Hacer una lotería de Navidad. … Bailando bajo la luz del árbol de Navidad. … Conocer a alguien que no vimos en bastante tiempo. … Ir al cine. … Escoger juguetes para conceder.

Escasas fiestas han calado tan intensamente en nuestra cultura como la Navidad. Fieles y no fieles lo festejamos como una celebración indispensable, apegada a nuestra vida. Pero ahí reside su debilidad. Por el hecho de que cada uno de ellos lo festeja a su forma y los mil agentes comerciales que trabajan en la sociedad de la cual formamos parte, alcanzan transformarlo en una celebración de consumo.

Existen muchas formas probables de festejar la Navidad, pero para vivirla enserio hay que iniciar por arrimarse espiritualmente al Portal de Belén, y allí arrodillados al lado del Pesebre del Niño, adorarle, darle las gracias, recibir en nuestros brazos y en nuestro corazón con exactamente la misma reverencia y exactamente la misma inocencia de la Virgen María.

Comparte asimismo la cocina

La Navidad es buena ocasión para cocinar en familia. Deja que te asistan a poner la mesa, elaborar las uvas o eliminar la bechamel. Es una manera de ayudar y hacerlos participantes de todo cuanto comprometen estas fiestas. Se sienten particulares y te asisten.

Conocer los belenes, ir al circo o percibir villancicos son una aceptable explicación para pasar tiempo juntos. Esta temporada es particular, las calles se llenan de luces y también invitan a pasear. No veo mejor instante para pasar tiempo con los mucho más pequeños que la Navidad, donde todo está concebido para ellos.

Decoración

Evidentemente, la Navidad supone una decoración única que no disponemos el resto del año. El árbol de Navidad, las luces, las guirnaldas, el belén o los villancicos son solo varios de los elementos que se usan en la decoración del hogar. Dejar que los pequeños decoren el árbol o el belén les reportará varios provecho y les va a hacer sentirse personajes principales de la experiencia.

El niño enclenque y también indefenso de Belén es Dios. No nació para buscar enfrentamientos con el poder de roma ni con la tiranía de los que se creían intérpretes infalibles de la Ley, pero no se acobardó frente al fallo, la fuerza del mal o la injusticia. Trajo la realidad, el bien, la luz y la paz que el planeta precisa.

Vino a dejar en libertad a todos y cada uno de los hombres y mujeres de las tiranías que el pecado transporta consigo. Ofreció asimismo su historia por sus perseguidores y por los que le detestaban, a fin de que asimismo ellos alcanzaran la salvación. A fin de que tengan la posibilidad de tener una vida feliz y durable. De ahí que la Navidad el día de hoy es una celebración del amor y la independencia, de charlar con independencia y seguridad de las cosas buenas que hierven en el corazón, sin acobardarse frente a los ámbitos desfavorables. Un óptimo instante para admitir lo buena y alegre que es la verdad del matrimonio y la familia, que bella la sonrisa de un niño, que tierna la mirada afable de un abuelo enfermo que solamente tartamudea. Una ocasión para contemplar con realismo y alegría la sociedad donde vivimos: si bien no faltan las adversidades, es bastante lo que se puede realizar para crear, con el ahínco de todos, un planeta en el que valga la pena vivir. La Navidad trae una convidación a todos y cada uno de los hombres de bien intención de repensar, a fin de que, acatando las diferencias, críticas y maneras de ser de cada uno de ellos, procuremos decididamente lo esencial: el genuino bien de todo humano, sobre el egoísmo personal. Es un festival de optimismo, luz, reconciliación, alegría y paz. Y ese optimismo, alegría y paz van a ser reales si dejamos que Jesús nazca en nuestros corazones, para iluminarlos. Un consejo:

a) Coloca el belén y explícaselo a los pequeños, y reza allí reviviendo la escena

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