1 de noviembre Navidad acostumbraba a ser homónimo del mes de DICIEMBRE, los avisos de…
La ?depresión navideña? se detalla como ese estado de tristeza y melancolía en el momento en que se termina el año; es un síndrome no famoso por los primordiales manuales de clasificación de las anomalías de la salud mentales.
Generalmente, las fiestas decembrinas representan instantes de convivencia y alegría familiar. No obstante, para varias personas este tiempo es mucho más bien homónimo de melancolía, mal y puerta de inseguridad por las ocasiones bien difíciles por las que tienen la posibilidad de estar pasando. Según el Dr. Gregory Celis, Directivo Médico de Laboratorios Bagó, “El estado de tristeza, agobio y profunda desesperanza en un individuo frente a la llegada de la Navidad y Nochevieja, se conoce popularmente como depresión navideña, y según la Organización Mundial de la Salud Salud (OMS), el 6% de la población es vulnerable a sufrirla esta temporada».
Ya que la depresión no está relacionada con la edad, la raza y/o la nacionalidad, cualquier persona podría verse perjudicada en un instante particular por esta patología, lo que muy probablemente desencadenaría inconvenientes en sus relaciones entre personas, e inclusive en su aptitud de efectuar acciones rutinarias.
Depresión navideña. La depresión blanca o el blues navideño.
Con la llegada de diciembre todo se anega de luces, adornos, gente, comida y regalos. La Navidad invita a comunicar el cariño y la alegría. No obstante, en ciertos casos, estas datas tan esenciales se transforman en una genuina pesadilla. Es entonces, en el momento en que puede manifestarse la depresión navideña, asimismo llamada depresión blanca o blues navideño.
Puntos epidemiológicos del trastorno (Prevalencia) (Jairo Arce, M.S.)
La prevalencia del TAE se cree entre el 0,5% y el 1,5% en las ciudades del norte de Europa . No obstante, en los USA la prevalencia es de hasta el 5%. Aparte de la localización geográfica, causantes como el sexo, la edad y el saber del TAE se asocian con la prevalencia de esta condición (Zimmerman & D’Avanzato, 2020). Se ha sugerido que en América del Norte, a mayor distancia de Ecuador, mayor prevalencia de SAD; no obstante, este no fué la situacion en otras unas partes del planeta (Mersch et al, 1999). Esto se origina por que el avance del SAD es dependiente de múltiples causantes, como la proporción de luz, las influencias sociales, entre otros muchos que se detallarán ahora.
Hay componentes que incrementan el peligro de desarrollar el Trastorno Afectivo Estacional a lo largo del otoño y el invierno. Entre ellas están:
Causas
La Navidad puede ser fuente de agobio, frustración y melancolía. Si bien la Navidad que nos «venden» la mercadotecnia y los medios está cercada de situaciones contentos, la verdad no en todos los casos es tan bonita y tan alegre. Para varias personas, ciertos causantes tienen la posibilidad de desatar un estado depresivo completamente contrario a esa idealizada Navidad:
- Las compras, la organización de comidas y acontecimientos, las obligaciones sociales, la sensación de tener que adoptar una sonrisa eterna, etcétera. ocasionar agobio en los mayores.
- El desenlace del año y el comienzo de un nuevo año significa, para varias personas, tener que llevar a cabo un cómputo de los objetivos que se han logrado, lo que podría hacernos hablar de que no en todos los casos logramos todo cuanto deseamos. .
- En el momento en que hay conocidos cercanos que no están, es habitual extrañarlos en estas datas de asamblea familiar, si bien el desafío por el momento no sea reciente.
- La Navidad es la temporada del año con menos horas de luz, con las noches mucho más largas y transcurrido el tiempo mucho más frío y lluvioso, todo lo que repercute de forma negativa en nuestro estado anímico.
- Para todos los que sienten melancolía, el contraste con el prácticamente obligado sentimiento de felicidad asociado a la Navidad puede producir frustración y ocasionar justo el efecto opuesto: se acentúa el malestar.
Consejos para enfrentar la depresión navideña
Si los síntomas que comentamos duran mucho más de un par de semanas, es requisito pedir un rastreo a un profesional especialista.
Tratándose de un “bajonazo” sensible que se limita de forma exclusiva a la temporada navideña, tenemos la posibilidad de tomar en consideración ciertas pautas que nos tienen la posibilidad de contribuir a sentirnos mejor: