La intrigante novela de Ben Sherwood es la base de esta historia de espectros sobre Charlie, quien está muy apegado a su hermano Sam, aun tras su muerte. Ve todo cuanto quieras. Zac Efron, de High School Musical, protagoniza esta mezcla excepcional de drama romántico y sobrehumano.

Charlie es un marinero especialista. Su madre y su hermano pequeño lo adoran. Consiguió una beca que lo distanciará de su localidad natal en la costa norte del Pacífico. Pero su refulgente futuro se desvanece en el momento en que una catástrofe le quita sus sueños. Tess, su vieja compañera de clase en la escuela secundaria, vuelve a casa y Charlie debe elegir si se sostendrá leal a la promesa que logró hace cinco años o si proseguirá adelante con un nuevo amor. Armándose de valor y dejando atrás el pasado, revela que el alma que mucho más precisa socorrer es la suya.

Pese a las buenas pretenciones del directivo, la película muestra deficiencias en la técnica y el guion que diluyen su mensaje entre accidentes inverosímiles.

En este sentido, la película relata las desventuras de una pequeña atormentada que recuerdan a los personajes principales de El recuerdo de Marnie (Hiromasa Yonebayashi, 2014), A Silent Voice (Naoko Yamada, 2016) o la mucho más reciente Hermosa ( Mamoru Hosoda, 2021). Todos ellos representan la carencia de autovaloración y la inseguridad a lo largo de la adolescencia, si bien, de una manera u otra, el cariño siempre y en todo momento empapa una parte del guion. En la obra de Sena, la meta final de Mio es proponerle matrimonio a Arata, de quien su mejor amiga asimismo está enamorada. De esta manera, la trama romántica se complementa con la superación personal, fundamentada en el ahínco y la aptitud de expresarse sin remordimientos. Aquí, y no en el romance ni en la subtrama de Arata, radica la fuerza de la película, si bien no consigue exactamente la misma intensidad que las tres películas citadas. A nivel narrativo, se aproxima a la superflua dificultad de Hermosa, que pierde el foco dramático y merodea entre su espectacularidad visual y sonora para asombrar al espectador. Por contra, Over the Sky. Mucho más alén del cielo no luce por la creación de individuos, niveles o una enorme ambientación auditiva —en verdad, tiene dentro una escena musical que, en un intento de poner en valor la trama, depaupera su calidad haciéndola visible. Nuevamente, la presunta necesidad de presenciar con distintas proposiciones narrativas y estilísticas juega contra el resultado final.

Al fin y al cabo, la llegada de Sena al cine desde el planeta de los juegos para videoconsolas y la producción televisiva se aúna a las películas de anime que apuestan por la identificación instantánea con el espectador por medio de inconvenientes existenciales y universales que afectan humanidad, como la pérdida de seguridad en uno mismo o la dificultad del amor joven. Pese a las buenas pretenciones del directivo, su ópera prima exhibe deficiencias en la técnica y el guion que diluyen su mensaje entre pasmantes aventuras, buenas ideas que rara vez son explotadas y abundancia de elementos narrativos que no consiguen su propósito. . De la misma manera, sus influencias artísticas juegan en contra suya al destacar una pobre iniciativa escénica que resta uniformidad a la obra. En consecuencia, sobre el cielo. Alén del cielo toma el relevo del cine de animación japonés mucho más trascendental sin llegar a su trascendencia, si bien el directivo marca un sendero temático atrayente si logra profundidzar en sus individuos y no en la artificialidad.

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