Dun Dunbar Castle A Castle for Christmas se rodó eminentemente en Edimburgo y sus aledaños,…
Gobernador (de un castillo).
EL HORARIO DEL CASTILLO SERÁ EL SIGUIENTE:
ABIERTO DE MIÉRCOLES A DOMINGO DE 11:00 A 18:00
Luis XIV, el Rey Sol
Pero fue Luis XIV, quien desde muy joven sintió una enorme pasión por Versalles y una vez monarca, decidió agrandar el palacio alén de lo que su padre hubiese soñado. El Rey la transformó en la casa de recreo y después, hacia 1682, la transformó en vivienda primordial de la corte y el gobierno. De esta manera, Versalles se transformó en una expresión del poder y el poder francés y el Rey Sol quedó inmortalizado en la historia.
Varios años tras la desaparición del Rey Sol, su bisnieto, el rey Luis XV, volvió a Versalles y decidió que deseaba un tanto mucho más de privacidad, y dada su timidez, mandó crear pisos privados y multiplicó los pequeños despachos en los que se sentía mucho más cómodo. Si bien no pasó un buen tiempo en Versalles, fue a lo largo de su reinado en el momento en que el castillo padeció enormes transformaciones, como la construcción de la Ópera Real.
¿Posiblemente frente a las controvertibles proposiciones del gobierno se adopte la actitud de «patear adelante» los inconvenientes, provocando ocasiones diarias de enfrentamiento que no tenemos la posibilidad de emprender y acabemos concentrándonos solo en inconvenientes con encontronazo mediático?
No estoy seguro. Pienso que se abre un juego diferente al de los últimos tiempos y que no se da solo por lo ideológico. A lo largo de este tiempo, desde la transición, el Ejecutivo se ha contrario al Congreso en el momento en que se aprobaron proposiciones consideradas populistas, en ocasiones limitando esenciales solicitudes, en otras ocasiones controlando despropósitos. Este último año este control fué mucho más claro. Vimos enorme coincidencia de los conjuntos políticos en el Congreso en el momento de aprobar leyes lesivas o abiertamente falsas, como la devolución de los aportes de la ONP, por poner un ejemplo. Fueron detenidos por un Ejecutivo, que los llevó a un Tribunal Constitucional donde todavía hay juristas que comprenden que estas proposiciones son inviábles de cumplir. Va a ser atrayente ver qué ocurre en este momento con un gobierno que tiene en su base a los que han apoyado alguna de estas proposiciones o que cree ilusoriamente que hay elementos rebosantes en el país, y que el inconveniente es que no hay intención de repartir a ellos. La existencia de Pedro Francke ahora mismo probablemente garantizará el precaución de la caja y el control del déficit, pero está por ver de qué manera se soluciona esta tensión y si se prosiguen observando las leyes problemas.
Una enorme preocupación que me deja esta situación de negociar leyes populistas es que no veo que haya espacios fuertes en el Congreso para la defensa de las libertades y derechos. Son escasos los que han quedado defendiendo esas situaciones. Es mucho más que viable que los pactos se produzcan mediante bancadas en las que los derechos son moneda de cambio. Aun lo que uno llamaría el «centro» mayoritario en el Congreso no se identifica por ser un centro ideológico o de respeto a las libertades básicas. Es mucho más bien un centro deducible, que no es ni de izquierda ni de derecha en términos económicos, pero es conservador en temas de independencia. Algo tal como lo que sería Acción Habitual y, si bien menos, Coalición para el Avance. Tendremos una presencia política limitada para proteger la agenda de derechos. El gobierno tiene varias personas alineadas con esa defensa, pero tiene otras que precisamente no lo están, y del lado del Congreso veo una mayoría que no le dará relevancia. Vienen años en los que la sociedad civil va a tener bastante que decir. Y esperemos los partidos democráticos se preparen para recobrar en las próximas selecciones municipales y autonómicas ciertos espacios lugar desde el que se logren proteger los derechos.