La ropa ecológica o ropa orgánica es aquella que está confeccionada con tejidos y materiales…
A la citada se le suman otras fabricantes como: Zara, Victoria’s Secret, Boohoo, Fashion Nova, Romwe, Abercrombie, American Eagle, Forever 21, H&M, GAP, Mango, por ejemplo. Lamentablemente, estas fabricantes no solo desarrollan altos índices de polución, sino tampoco abonan de forma justa a sus trabajadores.
Todos los años, el fast fashion consume cerca de 93 mil millones de litros de agua, bastante para abastecer a cinco miles de individuos.
El fast fashion, o moda rápida, es un fenómeno en el que se introducen apuradamente novedosas compilaciones de ropa siguiendo las tendencias. Estas prendas están diseñadas y fabricadas a bajo valor, para ser las mucho más accesibles para el cliente.
La Changing Markets Foundation demanda en una investigación el encontronazo mortal de los restos químicos peligrosos y los gases tóxicos de las factorías asiáticas. Destaca las relaciones que ya están entre las factorías contaminantes y las mayores cadenas de ropa de europa y norteamericanas que «hacen la visión gordita frente a las prácticas controvertibles de sus distribuidores».
La organización europea Changing Markets Foundation ha elaborado el informe Dirty Fashion: La polución en la cadena de suministro textil está intoxicando a la viscosa, en cuya versión en castellano cooperó Ecologistas en Acción, en el que demanda el encontronazo mortal de los peligrosos modelos químicos restos y gases tóxicos de las factorías asiáticas. La fundación ha compendiado prueba de unas partes de Indonesia, China y también India que detallan polución en la producción de viscosa, una substancia extensamente usada en la cadena de suministro textil.
El estudio resalta las relaciones entre las factorías contaminantes y las mayores cadenas de ropa de europa y norteamericanas, como H&M, Zara/Inditex, ASOS, Levi’s, United Colors of Benetton y Dockers, por ejemplo. Específicamente, apunta que H&M se provee de forma directa de siete de las factorías contaminantes investigadas y también Inditex de 4.
Esto mostraría que, más allá de que múltiples de estas fabricantes se han puesto en compromiso a utilizar pulpa de madera orgánica para generar la viscosa, los procesos de fabricación usados todavía se ignoran en buena medida y se piensan poco al seleccionar las compañías que proveen el producto. Hasta entonces, el mercado de la viscosa está medrando. Se calcula que se expanda de $13.450 millones en 2016 a $16.780 millones en 2021. Además de esto, está enormemente concentrado. Solo once compañías administran el 75% de su producción global.
Natasha Hurley, directiva de campaña de Changing Markets, mencionó que el informe halla que «ciertas fabricantes de tendencia mucho más esenciales hacen la visión gordita frente prácticas controvertibles de sus distribuidores». Y mencionó que en un instante en que la polución del agua se ve poco a poco más como un peligro empresarial, «los minoristas deberían priorizar un cambio hacia modelos de producción mucho más sostenibles en sus proyectos comerciales».
Aparte de las investigaciones de campo, el archivo incluyó las respuestas de las fabricantes a una secuencia de cuestionarios planteados por Changing Markets y la organización Ethical Consumer. El directivo de esta última, Rob Harrison, lamentó que 2 tercios de las compañías contactadas «no respondieran a las investigaciones», dentro ciertas enormes como «Topshop, Asda y Sainsbury’s».
Harrison mencionó que las fabricantes con «enormes márgenes de ganancia» tienen que «asumir la compromiso de la salud de sus trabajadores» y, para probarlo, tienen que enseñar «los nombres de sus distribuidores». Si no lo hacen, el directivo piensa que va a ser «enormemente posible», on-line con la inclinación europea, que «sus clientes del servicio terminen intentando encontrar fabricantes que se ajusten mejor a sus valores».
Ecologistas en Acción hace un llamado a las partes con intereses importantes a fin de que adopten «sistemas de circuito cerrado» para la producción de viscosa y dejen de «arrojar modelos químicos tóxicos cerca de las factorías». Asimismo solicita a las fabricantes de tendencia que impongan «políticas de polución cero en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro» y efectúen «auditorías periódicas» para asegurar el cumplimiento.
En exactamente la misma línea, la confederación de conjuntos ecologistas hace un llamamiento a los actores políticos para reclamar «transparencia» en todo el desarrollo de contratación y también ingresar «criterios ambientales» en la normativa del campo y remarcar los que ya están. Y afirma que los usuarios tienen la posibilidad “de obtener prendas que argumenten precisamente que no se usó viscosa contaminante en su elaboración”.
Fuentes:
- “¿Por qué razón emplear ropa de segunda mano contribuye a achicar la polución? De este modo lo enseña la UNAM”, El Financiero.
● «Tiendas de segunda mano, ‘vintage’… ¿nos asisten a ser mucho más ecológicos?» Buenos días.
Las fabricantes de tendencia contaminan
Generalmente, ninguna marca consiguió una calificación «A». La calificación mucho más alta, una «B-«, se dio a la marca suiza de ropa para exteriores Mammut, al tiempo que 20 fabricantes han recibido la calificación mucho más baja viable, «F».
Las fabricantes de categoría F fueron: American Eagle, Giorgio Armani,Booho, Capri Holdings,Espirit,Everlane, Hugo Boss,Kering, LVMH, Marks & Spencer, MEC,OnRunning, Pentland, Prada, Primark, SalvatoreFerragamo, SKFK , Under Armour y Uniqlo.