La producción textil es responsable del 20% de la polución del agua bebible. Varios modelos…
Lo creas o no, la industria de la ropa es el segundo mayor contribuyente a la polución del agua con cerca del 20%, lo que equivale a 500.000 microfibras en el océano de año en año, según la agencia de las ONU para el Medio Ámbito (PNUMA).
Impacto social y ambiental de la ropa
La ropa es un bien material que, aparte de cumplir su función de aislante, permitiéndonos sostener la temperatura corporal, asimismo se emplea como medio. Individualmente, empleamos nuestra ropa para trasmitir nuestros sentimientos, nuestros mensajes o para ubicarnos en un preciso estatus popular. Hace unas décadas, la relación con la ropa era mucho más profunda, en una temporada donde la multitud no podía posibilitarse un enorme armario. Cada unidad fue valorada, vigilada y reparada, pasando entre hermanos o aun entre generaciones. Todo lo mencionado no podría haber sido viable si no se hubiese beneficiado de una excelente calidad del material.
No obstante, nuestro sistema social y económico no tardó en saber las fallas de los artículos durables y de calidad, creando y también instituyendo el término de obsolescencia programada desde la década de 1930. Este término, popular singularmente en la industria electrónica, no es tan visible en la industria textil. pese a la fuerte predominación que ejercita sobre ella. Radica en que los productores cambien deliberadamente la vida útil de su producto en cuestión, reduciéndola, pero sin perjudicar la seguridad del cliente.
En la situación de todo el mundo de la confección, las medias de nailon son un ejemplo evidente de obsolescencia programada desde la década de 1940. Los mercaderes de medias de nailon dedicaron bastante tiempo y elementos a buscar fibras sintéticas de menor resistencia y durabilidad (menor calidad) para incitar el consumo entre mujeres gracias a la necesidad de reemplazarlas. Esta estrategia de mercado es la base de la tendencia rápida de hoy. La mayor parte de las fabricantes mucho más demandadas proponen modelos de baja calidad, envolviéndose a costes económicos y también imponiendo la necesidad de actualizar el vestuario gracias a la incesante creación de novedosas compilaciones y temporadas. El propósito primordial es que los usuarios adquieran tanto como resulte posible con la mayor continuidad viable.
Ropa ecológica y sostenible
Hoy en día estamos metidos en un planeta de peligrosos cambios globales que avanzan regularmente, entre aquéllos que resaltan el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. Por eso es importante mentalizarnos y empezar a usar ropa ecológica. Para ponernos en el contexto de la implicación del fast fashion en el medioambiente, es atrayente apuntar que la industria textil es la segunda mucho más contaminante de todo el mundo. Esto comprende todo el desarrollo de fabricación de la prenda, desde la extracción de la materia prima, la fabricación, el transporte y la supresión del producto. Entre las causas del colosal encontronazo de esta industria en el mundo es la materia prima de la que es dependiente para realizar ropa. Hoy día, la mayor parte de la ropa está llevada a cabo de fibras sintéticas como el poliéster o las fibras acrílicas. Estos materiales están hechos de petróleo, sustentando de esta forma la industria mucho más contaminante de todo el mundo. Además de esto, la fabricación de estas fibras sintéticas necesita procesos intensivos en energía, emitiendo por su parte enormes proporciones de compuestos gaseosos contaminantes.
El segundo material mucho más habitual en la tendencia de hoy es el algodón. En un caso así hablamos de una fibra natural, pero pese a ello dista bastante de ser un factor respetuoso con el medioambiente. El algodón es el segundo cultivo mucho más contaminante de todo el mundo tras el maíz y mucho más del 99% de los cultivos que ya están son transgénicos. Entre las explicaciones de su enorme deuda ecológica es la elevada demanda de agua de esta planta, que representa el 2,6% de la huella hídrica mundial. Por otra parte, el algodón por sí mismo es quien se encarga de un cuarto de los pesticidas que se utilizan en el planeta, lo que tiene un colosal efecto negativo en la salud de los labradores (en la mayor parte de las situaciones no tienen el aparato preciso para la utilización seguro de los agroquímicos) y sobre los ecosistemas. lindantes a las plantaciones.
El encontronazo de la industria de la tendencia en el cambio climático
Se calcula que la producción textil y la industria del aluminio desarrollan la mayor proporción de gases de efecto invernadero por unidad de material.
Estudios completados sobre el tema hablan de que la industria textil es la fuente del 2 al diez% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Empecemos a usar ropa ecológica y sostenible.