Textiles reciclados

En el mundo entero, la industria está adoptando novedosas tecnologías para generar y usar energías mucho más limpias, intentando encontrar achicar el encontronazo de sus operaciones en el medioambiente. La industria textil no es la salvedad, con lo que está orientada a la sustentabilidad, primordialmente en las materias primas usadas.

Un año tras otro, la industria textil crea un sinnúmero de restos. Varios de ellos terminan en vertederos, contaminando a lo largo de un buen tiempo en la situacion de los restos de tejidos inorgánicos. De las mejores opciones para achicar este encontronazo ecológico es reciclar textiles.

Textiles reciclados

Según el informe, cada europeo genera de media mucho más de 15 kilogramos de restos textiles por año. De continuar el ritmo, esta cantidad podría llegar a los 20 kilogramos en 2030, lo que piensa un 30% mucho más de restos textiles. El 85% de estos restos se generan en casas particulares y corresponden a prendas de vestir y artículos textiles para la vivienda.

En la actualidad, una tercer parte de estas prendas se recogen y reciclan, bien para ser revendidas como productos de segunda mano, bien como artículos textiles en bárbaro reciclados (harapos industriales o materiales aislantes, entre otros muchos). Menos del 1% se recicla para recobrar o volver a usar fibras elementos, como algodón o poliéster, para prendas novedosas.

Pérdida de valor material por el fast fashion

Entre 2000 y 2015 la producción de ropa prácticamente se duplicó, probablemente por el fenómeno del “fast fashion”. Los nuevos estilos se introducen cada vez con una mayor frecuencia. Al tiempo que en 2000 se lanzaban una media de 2 compilaciones de ropa por año, en 2011 se acrecentaron a unas cinco por año. Este incremento es el resultado de una combativa reducción de gastos, la racionalización de la cadena de suministro, plazos de distribución mucho más cortos y una clase media en desarrollo en el mundo entero. Se estima que el mercado mundial de la tendencia rápida se expanda de 2020 a 2025 de en torno a 25.

000 millones de dólares estadounidenses estadounidenses a 39.840 millones de dólares americanos estadounidenses, respectivamente.

En contraste a las ventas de ropa, se disminuye el número promedio de ocasiones que se emplea un producto antes que verdaderamente no se use. Se ha estimado que, gracias a la infrautilización de la ropa y la carencia de reciclaje, se pierden anualmente mucho más de 500 000 millones de USD en valor en esta área. En 2017, cerca de 336 000 toneladas de ropa acabaron en la basura doméstica en el Reino Unido. En comparación con 2014/2015, esto representa un incremento del diez%.

Tras un desarrollo de clasificación que divide los textiles reutilizables de los que no lo son, estos últimos van a ser reciclados para armar ropa novedosa o como aislamiento térmico y acústico en inmuebles.

Géneros de reciclaje

Menor calidad y funcionalidades inferiores, el término «reciclaje de circuito cerrado» se usa para detallar procesos que dejan que los materiales proseguir fluyendo por medio de la cadena sin pérdida de valor (por poner un ejemplo, reciclaje de fibra a fibra).

El reciclaje en el ámbito textil puede efectuarse según distintas metodologías (mecánicas o químicas) y usar distintas tecnologías y elementos (como botellas, restos de fabricación, restos de red, moquetas, tejidos, etcétera.). Entre los procesos de reciclado mucho más desarrollados es el reciclado mecánico de fibras sintéticas (particularmente de poliéster, que es el mucho más empleado), en el que el material se funde y se reextruye. No obstante, muchas fibras recicladas no proceden de restos textiles sino más bien de otras fuentes como los plásticos utilizados. Este desarrollo se encuentra dentro de los mucho más usados industrialmente gracias a su bajo coste y enorme facilidad. Su mayor restricción es que solo es capaz para termoplásticos y materiales puros, lo que hace prácticamente irrealizable conseguir materiales capaces para la hilatura desde mezclas.